Academic Projects

Pages:

  • 1) Spanish Honors Thesis
  • 2) The Dissolution of ETA
  • 3) Recinto Modernista de Sant Pau en Barcelona
  • 4) Summary of French Grievances Towards Algerian Muslims
  • 5) Analysis of the Paris Agreement
  • 6) A Study of Cuban Immigration Waves

SPANISH HONORS THESIS

La Frontera Escondida: Representaciones de las historias de inmigrantes y sus relaciones con la frontera entre los Estados Unidos y México

Author: Oliver Green               Supervisor: Prof. Michelle Murray

April 22, 2020

Prólogo

Como un estudiante de la lengua española y el derecho, este tema representa la intersección de los dos especialmente en la clima política en que estamos hoy en día. A lo largo de mi experiencia universitaria, la mayoría de mis tareas han sido leer textos y libros que tratan con la historia mundial con un foco en América Latina y identidad. Entonces, antes de graduarme, era muy importante tomar lo que ya he aprendido y crear una obra de investigación sobre una de las controversias más incomprendidas en las noticias actuales. Esta tesis no solo sirve como una reflexión de mis estudios en Español, sino como una plataforma en el que voy a reflexionar en mis estudios de derecho también. Por mis interpretaciones de los libros, los artículos académicos, y el tratado de Guadalupe-Hidalgo, voy a aclarar lo que debe significar la frontera entre los Estados Unidos y México y cómo el público debe considerar a estos migrantes y sus razones de migrar. 

Introducción 

La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos ha arrojado luz sobre muchos asuntos que antes desconocía la mayoría de la población. Entre ellos, hay el tema de migración — específicamente la inmigración latinoamericana. Sr. Trump fue elegido como presidente en gran parte debido a su plataforma y propuestas de migración. Por eso, él se aprovechó de los miedos hacia los inmigrantes de muchos votantes diciendo, “when Mexico sends its people, they’re not sending their best…they’re [los inmigrantes] bringing drugs, they’re bringing crime, they’re rapists…” (Reilly, Time). Claro, como presidente, Trump solo ha reforzado esta idea; las elecciones de mitad del ciclo de 2018 han confirmado la importancia del asunto de la migración dado que 78% de la población votante considera este asunto como, “sumamente importante.”

Esta retórica es una de las fuerzas centrales que perpetúa la división feroz que existe hoy en día en la política en los Estados Unidos. Su lema, “demócratas producen disturbios, republicanos producen trabajos” (Newport Gallup). ha ampliado este hueco y los dos partidos están más distanciados desde la elección de Trump. Las detenciones de ICE, la fuerza responsable de detener a los inmigrantes indocumentados, y el problema subsiguiente de los niños en jaulas en la frontera solo han fortalecido las opiniones fuertes de votantes. 

Está claro que el sistema de inmigración estadounidense está roto y necesita una gran reforma para que el proceso sea más rápido, seguro, y práctico para todos. Se ha documentado los beneficios de la migración; sin embargo, mientras que se puede escribir un ensayo repleto de las ventajas y las desventajas de migración, me gustaría enfocarme en lo que representa la frontera entre los Estados Unidos y México. Quisiera comentar la complejidad de la frontera a través de la ley y la literatura tanto como las historias y experiencias menos conocidas de lo que significa ser un migrante o vivir en el espacio precario de la frontera.

En esta tesis, voy a examinar estas relaciones multifacéticas y desarrollar una imagen más amplia y matizada que el público suele ver cuando contempla en esta línea que separa dos países aliados. Yo delinearé la construcción legal de la frontera como estaba acordado en el Tratado de Guadalupe-Hidalgo y cómo su aplicación tiene un papel en las interpretaciones de hoy. Además, examino dos obras literarias que revelan experiencias significativas que complican algunas de las otras maneras de reflexionar en la frontera y el asunto de migración. Finalmente, voy a concluir reflexionando con una dirección en que nosotros, como creadores en justicia y paz, debemos seguir para desabrocharnos del daño que hemos causado a las familias migratorias y las relaciones entre los Estados Unidos y México para que podamos re-instilar la fe en la humanidad entre todos.

El Tratado de Guadalupe-Hidalgo

La ironía de la controversia sobre la frontera entre los Estados Unidos y México es que el acuerdo original que dibujó las líneas entre los dos tuvo la intención de normalizar las relaciones entre cada uno y aún crear un futuro en que los ciudadanos de cualquiera de los dos lados pudieran pasar al otro sin mucha consecuencia. Esta relación, por lo menos por la manera en que estaba escrita, estaba hecho para ser mutua y amable. Sin embargo, hoy en día la relación real es unilateral y hay consecuencias graves de no cumplir con las reglas del sistema de inmigración estadounidense. Pero antes de que examinemos donde estamos hoy, es importante recordar dónde empezamos hace tiempo. 

Para contextualizar, hay que recordar que los dos lados llegaron a este tratado debido a la Guerra mexicana-estadounidense que empezó después de un conflicto sobre una área en duda. Lo interesante de todo esto es que en México, se refiere a este evento como “la intervención estadounidense en México,” entonces se puede notar las diferencias en la manera en que estos países han planteado e interpretado esta historia compartida. Independientemente de lo que lo llaman este periodo de dos años, se concluyó con un acuerdo en el que los Estados Unidos pagaron 15 millones de dólares como compensación a México por los daños de la guerra. Se puede analizar este aspecto de diversas maneras, pero a mí este pago parece una admisión de culpa por la parte estadounidense y afecta la manera en que reflexiono en este tratado y la historia migratoria entre los dos países. Además del pago, la construcción de las cláusulas en el acuerdo favorece a México que parece indicar la culpa estadounidense también. 

Artículo VIII: El derecho de quedarse

“Los mexicanos establecidos hoy en territorios pertenecientes antes a México y que quedan para lo futuro dentro de los límites señalados por el presente Tratado a los Estados Unidos, podrán permanecer en donde ahora habitan; o trasladarse en cualquier tiempo a la República mexicana.”

Esta parte del artículo VIII contiene dos declaraciones importantes con respecto a los debates de la frontera. La primera es que admite que en un momento dado los territorios pertenecieron a México, una obviedad. Sin embargo, vale la pena mencionar reflexionamos en el desarrollo de la construcción de esta frontera. La segunda es que presenta a los mexicanos el derecho de elegir si quieren permanecer en los Estados Unidos o mudarse a México. Esta opción va directamente en contra con la política de hoy en los Estados Unidos donde no solo existe el sistema de devoluciones calientes, sino se he formado ICE, cuyo único propósito es buscar y detener a esta gente.

Aunque el tratado no está escrito en las oficiales leyes estadounidenses y los Estados Unidos tienen el derecho y la responsabilidad de proteger la frontera, hay que reconocer que nuestra política de hoy no honra el espíritu del Tratado de Guadalupe-Hidalgo. 

Artículo IX: El derecho de integrarse

“Los mexicanos que en los territorios antedichos no conserven el carácter de ciudadanos de la República mexicana, según lo estipulado en el precedente artículo, serán incorporados en la Unión de los Estados Unidos, y se admitirán lo más pronto posible, conforme a los principios de su constitución federal, al goce de la plenitud de derechos de ciudadanos de dichos Estados Unidos.”

Se puede analizar esta cláusula en dos maneras cuando se considera la posición de los Estados Unidos hoy en día. La primera es por una perspectiva de derechos humanos que reconoce que nadie tiene control sobre su país de origen ni su situación socioeconómica ni la seguridad. Según un estudio de NCSL.org que colecciona estadísticas de la inmigración latina a los Estados Unidos, entre las personas que obtuvieron visados en 2017, la razón de migrar más frecuente era la reagrupación familiar, que constó aproximadamente dos tercios de este grupo. La segunda razón mencionada era el asilo con 13%, seguida por el empleo con 12%; y finalmente algunos migraron por cuestiones de diversidad y otras razones no especificadas, 1%. Se debe considerar estas razones de migrar, dado que cualquier persona tiene un derecho de lograr un bienestar mínimo de estar cerca de su familia, oportunidad económica y seguridad. Claro, un sistema que asegure que la migración ocurre legalmente es necesario pero el de los Estados Unidos al día de hoy suele ser lento, discriminatorio, complejo e ineficaz para servir los objetivos de muchos migrantes centroamericanos. 

Me detengo en la cuestión de la migración económica. Aún si alguien ignora la perspectiva humana, es casi imposible ignorar el argumento económico que a un nivel más básico dice que una población más grande se correlaciona con una economía más fuerte. Además, cuando se fija en las demográficas de los inmigrantes, se muestra que los inmigrantes y los hijos de inmigrantes son las personas más trabajadoras en cualquier país. Muchas veces, especialmente en los Estados Unidos, ellos también son los que harán los trabajos que los ciudadanos no quieren hacer como recoger frutas y vegetales, trabajos claves al motor de la economía y la subsistencia agrícola. Sin embargo, hay otra categoría de inmigrantes que consiste en personas muy educadas. De hecho, esto ha sido y sigue siendo un problema de países de bajos recursos porque lo atractivo de estar en un país tan rico como los Estados Unidos “roba” a los profesionales que, si no, contribuirían a las economías en su lugar de origen. Este fenómeno se llama “la fuga de cerebros” y mientras que es algo con que aflige a los países menos desarrollados, también representa otro valor que inmigrantes traen a una economía cuando se migran. 

Entonces, si se considera las dos perspectivas, no tiene sentido que los Estados Unidos, junto con otros países, no promocione la inmigración. De verdad, la actitud oposicional hacia la inmigración la concibe como si fuera una enfermedad evidencia un gran fracaso de sociedad. Los inmigrantes fomentan trabajo duro, beneficios económicos, relaciones familiares, y sobre todo la habilidad de cualquier persona obtener una vida digna. Por eso, la distancia entre lo que este artículo se suponía establecer y lo que los Estados Unidos práctica por la ley es imposiblemente grande y la ironía es que los Estados Unidos sería más rico, más ético y más diverso si de verdad ayudara a los inmigrantes a integrarse. 

Artículo XXI: Allanando las diferencias 

“Si desgraciadamente en el tiempo futuro se suscitare algún punto de desacuerdo entre los Gobiernos de las dos Repúblicas, bien sea sobre la inteligencia de alguna estipulación de este Tratado, bien sobre cualquiera otra materia de las relaciones políticas o comerciales de las dos naciones, los mismos Gobiernos, a nombre de ellas, se comprometen a procurar de la manera más sincera y empeñosa allanar las diferencias que se presenten y conservar el estado de paz y amistad en que ahora se ponen los dos países.”

Esta cláusula establece que si algo que va en contra el tratado o la relación entre los Estados Unidos y México, los dos gobiernos lo resolverán para conservar la paz. Para analizar esta parte, me gustaría alejarme de los méritos de inmigración y en lugar, centrar en el estado de la relación entre los dos partidos por el cumplimiento del tratado. De hecho, se puede discutir que la política migratoria estadounidense, aunque rota , no ha violado esta parte del Tratado de Guadalupe-Hidalgo hasta muy recientemente con la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Sí, muchos presidentes estadounidenses han tomado posiciones fuertes contra la inmigración ilegal, aún Barack Obama, quien recibió el apodo, “deportador en jefe.” Sin embargo, la retórica que utiliza Donald Trump cuando habla de los inmigrantes es única a su oficina de presidente. Esto se ve en una compilación de más de un minuto de todas las veces Trump insultó a México y mexicanos – y estuvo publicado en agosto de 2016. Desde entonces, Trump ha redoblado en su posición en contra México y los inmigrantes centro y suramericanos. A él no le importa nada si tienen papeles o no diciendo cosas como, “they [15.000 inmigrantes haitianos quienes recibieron visados en 2017] all have AIDS,” y queda reportado que en una junta, refirió a países como El Salvador, de nuevo, Haití y otros como “shithole countries.”

No puedo imaginar la furia del gobierno de los Estados Unidos si un gobernador de otro país dijera algo así, pero si fuera México, estoy seguro de que habría una represalia de algún modo por la parte de los Estados Unidos. Sin embargo, entre la retórica insultante y la exigencia vacía de Trump que México pague por el muro, parece justo decir que los dos gobiernos no han mantenido un estado de paz y queda claro que ningún lado lo quiere solucionar. Por eso, aunque los Estados Unidos y México no están en guerra caliente, por la ley escrita, se puede denominar definitivamente este artículo roto. 

Artículo XXII: Niños en jaulas

“Si (lo que no es de esperarse y Dios no permita) desgraciadamente se suscitare guerra entre las dos Repúblicas, éstas para el caso de tal calamidad se comprometen ahora solemnemente, ante sí mismas y ante el mundo, a observar las reglas siguientes de una manera absoluta, si la naturaleza del objeto a que se contraen lo permite; y tan estrictamente como sea dable en todos los casos en que la absoluta observancia de ellas fuere imposible.

Para aliviar la suerte de los prisioneros de guerra, se evitarán cuidadosamente las prácticas de enviarlos a distritos distantes, inclementes o mal sanos, o de aglomerarlos en lugares estrechos y enfermizos. No se confinarán en calabozos, prisiones ni frontones; no se les aherrojará, ni se les atará, ni se les impedirá de ningún otro modo el uso de sus miembros. Los oficiales quedarán en libertad bajo su palabra de honor, dentro de distritos convenientes, y tendrán alojamientos cómodos; y los soldados rasos se colocarán en acantonamientos bastante despejados y extensos para la ventilación y el ejercicio, y se alojarán en cuarteles tan amplios y cómodos como los que usa para sus propias tropas la parte que los tenga en su poder.”

Se debe considerar el último artículo ]el más importante porque empieza con una hipótesis de la posibilidad de una guerra futura. Dentro de esta cláusula de “si,” hace una lista de normas y procedimientos humanos que ambos lados deben seguir con respecto al tratamiento de los ciudadanos del país de cada uno a otro. El segundo punto de la lista describe el tratamiento de los prisioneros de guerra y esta parte parece a un fenómeno corriente.

“Se evitarán…aglomerarlos en lugares estrechos y enfermizos,” “tendrán alojamientos cómodos,” y “se alojarán en cuarteles tan amplios y cómodos” deben traer a mente una imagen como esta. Es una foto del centro que utiliza el gobierno de Trump para separar a los niños de sus padres mientras que los aloja en estas jaulas de metal. Los niños, la mayoría de cuales son de las edades 5-13, reciben papel de aluminio como una manta y están esperado ajustar a este ambiente tan cruel y duro sin sus padres. La realidad es que estos alojamientos violan los requisitos de artículo XXII. Sin embargo, cuando se toma en cuenta que los Estados Unidos y México no están en un tiempo de guerra, y que este artículo se había diseñado para los prisioneros de guerra, no se refiere a los niños, se da cuenta de lo siniestro de la práctica.

Lo peor es que no hay nada que se puede hacer para resolver este problema debido al control que Trump y ICE tienen. La foto de un padre e hija ahogados tratando de cruzar la frontera lógicamente llamó mucha atención en el 2019 . Muestra la realidad dura de la travesía de cruzar la frontera para las millones de personas que no se habían dado cuenta. Mientras que vamos a analizar las dificultades y horrores de este viaje migratorio, lo que esa foto también debe resaltar es que muchos inmigrantes emprenden la travesía de migrar a los Estados Unidos y la logran, solo para llegar a los Estados Unidos y estar separado de sus padres y estar metidos en una jaula. Es una de las prácticas más horrorosas y la historia sabrá juzgarla, mostrando que esta época ha sido una de las más feas de la historia de los Estados Unidos. Sin embargo, para entender cómo la relación entre los Estados Unidos han cambiado a lo largo de los últimos treinta años, los años 90 son los más formativos en la diferencia entre la construcción económica de los Estados Unidos frente la de México.

NAFTA y los años ‘90

El objetivo 

Es importante mencionar otro acuerdo entre México y los Estados Unidos, NAFTA o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. No se puede entender las dinámicas ni las fuerzas económicas que controlaban esa época sin entender este acuerdo. Aunque La frontera de cristal va a retratar el matiz de este sistema, examinemos las maneras fundamentales cómo NAFTA impactó la construcción de la frontera entre los Estados Unidos y México. 

Parecido al organismo de la Unión Europea, la idea original de NAFTA pretendía asegurar que las economías de los Estados Unidos, México, y Canadá fueran más estables y poderosas a través de la unidad entre las tres naciones. Al unir las economías, los intereses mejores de cada país estarían conectados; y por eso, los tres tendrían beneficios como tarifas reducidas o eliminadas, menos restricciones de inversión, proteger los derechos de propiedad intelectual, y mucho más. Mientras que por la gran parte, el acuerdo logró todo eso, también causó efectos secundarios e involuntarios. 

La realidad

Un análisis de derecho de Harvard plantea la cuestión,“Is NAFTA Constitucional?” Sugiere que la interpretación de la Constitución es demasiada abierta para decir definitivamente “sí” o “no” la es. Aunque NAFTA ha sido reemplazado con el nuevo acuerdo ideado por Trump, USCMA, otro estudio lo critica debido a su filosofía proteccionista. Entonces, no hay consenso de cuál versión beneficia a los Estados Unidos más; sin embargo, está claro que existe una controversia del acuerdo de NAFTA y vale la pena examinarla profundamente.

Los partidarios de NAFTA promocionaron el acceso a las empresas estadounidenses. Para México, significó que esas empresas grandes, específicamente las de las industrias de fabricación, querría invertir en México y abrir fábricas en el país, contratar a los mexicanos y reinvertir los fines de lucro en la economía. Este acceso a México ofreció mano de obra barata a los EE.UU.

Los números solamente dicen una mitad de la historia pero indican la fuerza del impacto inmediato de este acuerdo. Abajo son dos gráficos que muestran el PIB per cápita de los dos países desde 1990 hasta 1998, los cuatro año antes y después del acuerdo. Se puede notar que la economía a la izquierda crece muy rápidamente; y entre 1994 y 1995 experimenta una caída inclinada. Mientras que a la derecha, la economía crece cada vez más rápido a partir de 1994. Si se puede adivinar, la izquierda representa México que en ese año tuvo un PIB per cápita clasificado 47 en el mundo, mientras que a la derecha, los Estados Unidos, tuvo el sexto y Canadá, el decimonoveno. Hacia el final de la década, los Estados Unidos ascendió una calificación, Canadá ascendió dos, y México cayó dos. ¿Y hoy? Los Estados Unidos es el séptimo, Canadá el decimonoveno, y México el número 72 en el mundo. Entonces, podemos ver la manera en que este acuerdo coincide con el empobrecimiento de México de las últimas dos décadas.

El otro lado del problema de NAFTA trata más con los derechos humanos. Debido a que las grandes empresas estadounidenses fueron capaces de pagar más que el salario médio de muchas partes de México, se aprovecharon de la gente mexicana que necesitaba trabajo: estas empresas se mudaron sus fábricas de los Estados Unidos a zonas pobres de México cerca de la frontera. Pagaron a sus empleados mucho menos que lo que estaban pagando los ex-empleados estadounidenses, pero más de lo que ellos ganarían en otras partes de México, y obligaron a ellos a trabajar horas largas. Lo peor de todo es que los empleados mexicanos no pueden exigir sueldos ni horas mejores porque es muy fácil que estas empresas los despidan y contraten a otros.

Otro problema que conllevó la llegada de las las empresas estadounidenses en México fue el maltratamiento de mujeres en estas fábricas. Es algo de que el primer libro que voy a analizar, La frontera de cristal, trata y voy a explorarlo en profundidad, pero se puede notar cómo esta desesperación por trabajo creó una cultura de miedo, precariedad, y abuso : si las mujeres se quejaran del acoso sexual que experimentaban en la fábrica, simplemente estarían reemplazadas por otras que lo aguantarían.

Por eso, el legado de NAFTA es difícil resumir pero mientras que provocó la precariedad laboral de muchas personas, creó un grupo exclusivo y élite que benefició del acuerdo. A diferencia de las clases medias y bajas que por gran parte sufrieron a causa de NAFTA, la clase alta que ya tenía a socios estadounidenses y una reputación buena en México. Por eso, cuando se acordó el tratado, ellos fueron capaces de preparar sus intereses empresariales para engañar el sistema; y vamos a conocer a alguien quien representa esta figura en La frontera de cristal: el magnate ficticio Don Leonardo Barroso. 

La frontera de cristal

La frontera de cristal consiste en una colección de viñetas que arrojan luz sobre la experiencia de “ser mexicano” más allá de los estereotipos como vivir en violencia, vender drogas y hacer trabajo barato en los Estado Unidos — yo diría que estos tres son los estereotipos más preconcebidos cuando algunos nacionalistas rígidos piensan que es “ser mexicano.” En realidad, hay varias experiencias, historias, y vidas que implican esta idea de “ser mexicano.” En La frontera de cristal, Carlos Fuentes nos presenta con un mundo de ochos historias, todas conectadas por un magnate, don Leonardo Barroso, quien ha aprovechado del sistema de negocios entre los empresarios estadounidenses y mexicanos. Para resumirlo bien, en las palabras de Karla Araya Araya, La frontera de cristal, “se construye como espacio discursivo de confrontación social, económica y política en torno a la frontera.”

Dentro del mundo de gringos

Barroso a sí mismo, sirve como una figura que rompe confusiones de cómo es un mexicano. En las historias, él representa un mexicano quien ha dado la espalda a su familia y cultura mexicana para alinearse con los gringos del mundo de negocios americanos. En la viñeta que comparte el mismo título del libro, La frontera de cristal, Barroso, como el rico empresario de una fábrica en México, viaja a Nueva York para negociar los términos de un acuerdo llamado, el Tratado de Libre Comercio. Un estudio de Hugo Méndez-Ramírez presenta una idea de cómo Barroso llegó a este estatus y le caracteriza como uno de los “nuevos ricos con acceso al primer mundo, pero carecen del acerbo cultural de la capital.” Por eso, se puede imaginar las características de Barroso, ambas físicas-concretas y abstractas, que se distinguen al empresario de los estereotipos que tienen algunos nacionalistas xenófobos de lo que un mexicano que entra a los Estados Unidos. La más obvia es su manera de aparecer en el relato: por avión, en primera clase por supuesto, con una mujer bella y joven a su lado y 93 de sus empleados mexicanos sentados en la parte de atrás. Sin embargo, esta distinción va un nivel más profundo — a uno más feo que revela la traición de Barroso de su nación y su cultura. 

La unión entre Barroso y los empresarios americanos empieza con una conversación sobre la frontera entre los Estados Unidos y México; Barroso sugiere militarizar la frontera dado que es “demasiado larga, desértica, porosa.” Esta cita ya insinúa la manera en que Barroso se identifica: más como un empresario americano que un mexicano exitoso. Esto continúa a medida que avance la obra. Luego, el texto detalla el lema de Barroso, uno que sólo dice, en inglés además, a sus socios norteamericanos: “I am my own man. I’m just like you, a self-made man. I don’t owe nobody nothing.” Esta cita aclara cualquier duda de cómo Barroso se ve, como un empresario quien “ha llegado” al mundo de gringos, aprovechando y abusando de mexicanos pobres y vulnerables. 

Tu historia no importa, el color de tu piel, sí

La cuestión de identidad es muy compleja y muchas veces es difícil para los seres humanos encontrar su lugar y aceptarlo, especialmente en el contexto de la migración internacional. Esto es un problema que muchos mexicanos quienes trabajan o viven en los Estados Unidos se enfrentan cuando llegan. Sin embargo, mientras que la manera de identificarse es importante, la perspectiva que alguien tiene hasta el lugar y personas que han dejado muchas veces es más reveladora de su carácter verdadero. Aquí vemos los efectos venenosos de los estereotipos y prejuicios de algunos americanos y su influencia en los que llegan de Centroamérica y Sudamérica. Este fenómeno aparece en esta viñeta por unos ejemplos claves cuando somos testigos a la manera en que Barroso piensa en los mexicanos. 

En el grupo ya mencionado de los 93 mexicanos empleados por Barroso, aprendemos la historia de uno de ellos, Lisandro Chávez. Su padre era un empresario mexicano quien llegó a riqueza solo para perderla 20 años después durante los la crisis que México sufrió en los 80 y 90. Él pensaba que con un poquito de suerte, debe ser el gigante empresario volando a Nueva York; en cambio, Lisandro está trabajando para él (Barroso). Sin embargo, para ayudar a su familia, él se dice que tiene que, “unirme al sacrificio de todos, olvidar mis ilusiones, ganar lana, hace lo que menos me humille.” Esta es la historia escondida que otros mexicanos, y mucho menos los americanos, no reconocen cuando encuentra a alguien que se ha migrado a los Estados Unidos para trabajar. Esta es la historia perdida y desconocida de los que cruzan la frontera, que dista mucho de la historia construida a base de estereotipos y suposiciones y el color de la piel.

Es importante recordar que no solo los americanos tienen estos prejuicios, sino los mexicanos también. A pesar de la fortuna perdida de la familia Chávez, Lisandro benefició del color de su piel, que es más clara que la de los demás. En un diálogo entre Barroso y su secretario, ambos vertientes de esta construcción de identidad y el color de la piel emergen. Barroso pregunta, refiriendo a sus trabajadores, “¿por qué todos tan prietos, tan de a tiro nacos?” y él sigue diciendo, “a ver si me buscan uno por lo menos con más cara de gente decente, más criollito.” 

La ignorancia de igualar “gente decente” con un color más claro de la piel no es nada nueva, pero siempre es sorprendente ver este racismo dentro de un grupo que experimenta la discriminación, el racismo y la xenofobia debido al color de su piel. Y sin embargo, estas dinámicas sugieren la complejidad de las formaciones culturales, como la raza. En este caso, el color de la piel ayudó a Chávez a ser reconocido como diferente y por eso, mejor, que los otros inmigrantes, sin embargo el significado es lo mismo: muchas veces el color de piel comunica una historia falsa antes de que los individuos tengan la oportunidad de hacerlo. Y cuando alguien del mismo fondo y país hace esos supuestos de identidad y estatus, perpetua este ciclo de asumir antes de aprender.

La frontera: el muro de divisiones

Uno de los temas más recurrentes sobre todas las viñetas es la división que la frontera crea: entre los Estados Unidos y México, claro, pero también entre las expectativas sociales, las oportunidades económicas, y las relaciones familiares. La frontera de cristal explora estas divisiones por una variedad de ejemplos: desde la industria de comida hasta las relaciones homosexuales hasta el acoso sexual en el lugar de trabajo. Estas viñetas revelan algunos de los factores que separan los dos países más allá de la frontera física; pero una viñeta que sintetiza toda esta división es “La raya del olvido.” 

Es importante reconocer que uno de los estereotipos más asignados a los inmigrantes es la supuesta habilidad y capacidad física; en una manera positiva, consideran a los inmigrantes personas trabajadores; sin embargo, de forma negativa, hay el estereotipo de ser ladrones. No solo esta historia sino la de la novela La frontera del paraíso (2019) también nos presenta otra forma de migración: por las razones de salud, realizada por enfermos quienes no tienen el intento de “robar el trabajo” ni hacer el crimen.

En el cuento “La raya del olvido,” Fuentes nos pone en una perspectiva de primera persona de un hombre mayor e incapacitado que no puede recordar nada, ni siquiera su propio nombre. Esta viñeta merece una examinación profunda debido a la cantidad de simbolismo de división fronteriza que representa. 

Toda la trama pasa dentro de la cabeza del protagonista como un flujo de conciencia; y poco a poco, él recupera su memoria y hechos de su vida que enumeran las maneras en que la frontera ha causado división para él.

Una línea suelta: a la izquierda o a la derecha

Esta viñeta constituye un comentario político y poderoso en lo que significa la frontera. Fuentes literalmente coloca al protagonista, en la frontera entre los Estados Unidos y México. Sentado en una silla de ruedas, el protagonista empieza a reflexionar en cuál dirección debe ir. En su mente, él piensa, “A ratitos avanza tantito…A la izquierda. Ésa es mi desgracia. A la derecha. Ésa es mi ruina.” Mientras que literalmente decide cuál dirección sería mejor, analizo los niveles más profundos de interpretación, no solo desde la perspectiva de un anciano como el protagonista, sino para cualquier migrante decidiendo cruzar la frontera.

La primera manera es decidir que a la izquierda representa a México y a la derecha representa a los Estados Unidos. Para un inmigrante, una de las historias menos comentadas es la decisión inicial de salir de su pueblo y hacer la travesía dura hasta la frontera. Cuando hablamos sobre la migración, un aspecto que no figura en la conversación es la dificultad de tomar este primer piso, de abandonar todo de lo que uno conoce para empezar de nuevo en una tierra extraña. Sin embargo, esta es la realidad de cada persona que alguna vez decidió migrar. Debido a la enormidad de una decisión como esta, la presión de mudarse a otro país y, además, tener éxito es inmensa. Por eso, se puede entender la desgracia que un inmigrante sentiría por dar una vuelta a la izquierda y regresar a México, después de todo el orgullo y determinación de salir del pueblo.

Sin embargo, la ruina de ir a la derecha, a los Estados Unidos, representa algo escalofriante también. Las historias de violencia contra inmigrantes por cruzar la frontera son abundan, y no paran aún si cruzas sin ser pillado. Los beneficios y oportunidades que un inmigrante puede obtener por entrar los Estados Unidos pesan lo mismo de los riesgos y desventajas que corre por hacerlo. Por lo tanto, es fácil reconocer por qué un inmigrante dudaría persiguiendo a este destino incierto cuando las posibilidades incluyen estar capturado por ICE, separado de sus hijos, devuelto a su país de origen, o encarcelado. Y, como si todo esto fuera poco, digamos que un inmigrante logra cruzar la frontera y empezar la vida de nuevo en los Estados Unidos, todavía existen los desafíos de adaptarse a la cultura y la lengua, encontrar trabajo digno, pagar impuestos, y lidiar con el racismo — todo esto para vivir en un miedo constante de la posible detención por ser extranjero ilegal. 

Esta es la realidad que muchos inmigrantes llevan en su mente cuando empiezan esta travesía hasta los Estados Unidos. Un miedo de seguir adelante, un miedo de regresar atrás. Estos hechos también emergen en los pensamientos del cuando opina, “hacia adelante por lo menos me hago la ilusión de que puedo controlar algo.” Esta cita ilustra la fragilidad de estar en esta línea de división con dos opciones, ninguna segura; entonces al no decidir y seguir en la línea se gana el tiempo y evade dos resultados difíciles. 

Si consideramos otro nivel de interpretación de la izquierda y derecha, llegamos a un comentario de las políticas de los Estados Unidos contra la inmigración. Por supuesto, la izquierda y la derecha representan los dos lados políticos que tienen estrategias muy diferentes cuando trata con la frontera. Además, la inmovilidad del protagonista insinúa que todas las políticas que los Estados Unidos aprueban con respecto a la frontera están puestas en marcha sin examinar los efectos que tendrán a los migrantes.

A lo largo de la historia de inmigración estadounidense, ha existido una tendencia de miedo u odio hasta el grupo más reciente de migrantes — sea los irlandeses en el siglo XIX, los chinos en el siglo XX, o los latinoamericanos hoy en día. Sin embargo, lo que diferencia este caso es la frontera física que los Estados Unidos comparte con México que permite mucha más migración informal. La política de inmigración de cualquier país siempre está cambiando, y con los Estados Unidos, estos cambios pasan con mucha frecuencia; de hecho, casi cada cuatro u ocho años cuando el partido encargado cambia de izquierda a derecha a izquierda, etcétera.

Dado las estrategias opuestas de los demócratas y los republicanos, la política que instilan determina si la frontera se mueve más a la izquierda, más liberal, o a la derecha, más conservadora. Por ejemplo, si fijamos en solo los últimos diez años, podemos entrar en la mente de nuestro protagonista y examinar cómo este concepto de una frontera oscila. Bajo Presidente Barack Obama, el gobierno estadounidense ratificó una política de acción aplazada que extendió varios derechos a las familias de inmigrantes sin papeles que les permitieron quedarse más tiempo en el país y trabajar con un visado temporal. Esta ley representó un movimiento de la frontera más a la izquierda, incentivando a los migrantes a mudarse. En cambio, con la llegada de Presidente Trump, hay una inversión en la política de Obama. Entre la retórica, la construcción del muro, las detenciones ICE, y los niños en jaulas, está claro que esta frontera invisible está girando cada vez más a la derecha. 

La soledad de defenderse las morales

Se entiende la dificultad de tomar la decisión de emigrar, pero de la misma manera, hay que examinar la decisión de no emigrar y su importancia también. Este tema aparece en este relato cuando el protagonista empieza a recuperar su memoria. A medida que los detalles de su vida regresen, aprendemos que el protagonista era, “un hombre joven de izquierda con la mirada brillante.” Como joven, el protagonista luchó por la justicia social, específicamente para los inmigrantes y se convirtió en un abogado sin cobrar para este movimiento. Sin embargo, un punto decisivo de la trama ocurre cuando aprendemos que su hermano es el mismo don Leonardo Barroso quien se aprovechó de esta injusticia para enriquecerse. Poco a poco, como el protagonista examina las capas de su memoria, los lectores nos damos cuenta de que esta división ideológica entre los hermanos Barroso ha abierto otras divisiones también.

Primero, dado que los hermanos Barroso tomaron direcciones casi opuestas durante sus carreras, otra división existe en sus identidades: don Leonardo es un empresario rico y poderoso y el protagonista es un pobre fracasado. Aprendemos que esta división está situada al corazón de otra división entre el protagonista y sus hijos, que están resentidos con él por no conseguir el éxito financiero que tenía don Leonardo. Por eso, esos hijos eligieron vivir en los Estados Unidos en lugar de México y rechazaron al padre-protagonista como un comunista. Una conversación que el protagonista recuerda con su hijo muestra esto.

«No se puede hablar de mercado libre y luego cerrarle la frontera al trabajador que acude la demanda», dijo el protagonista.

«Son delincuentes»

«son trabajadores»

«vienen a una tierra extraña, deben respetarla»

«regresan a su propia tierra; nosotros estuvimos antes aquí»

Esta cita es reveladora por tres razones. La obvia es que representa la actitud que muchos estadounidenses piensan en el debate sobre la frontera y inmigración: algunos reconocen las ventajas de mano de obra inmigrante y creen que merecen más derechos, mientras que otros rechazan esta teoría y ven a los inmigrantes como inoportunos. Consideraciones del mercado aparte, este argumento no tiene una solución perfecta porque trata con temas de la inmigración y economía ya imposibles de separar de los partidos políticos. 

La segunda razón es que esta cita rompe la idea equivocada de que todos los mexicanos forman un monolito y piensan lo mismo. Esto, en gran parte, es una cuestión de identidad y queda claro que el protagonista y sus hijos representan dos “tipos” de mexicanos opuestos que complican versiones estereotipadas de la identidad mexicana. Uno de estos es la ignorancia de asumir que todos los mexicanos preferirían vivir en los Estados Unidos si tuvieran la opción. Claro, algunos quieren emigrar, justo como cualquier nación, sin embargo también existen un gran mayoría de individuos quienes prefieren quedarse en México y luchar por las cosas en que creen como el protagonista.

Además, enfatiza el hecho de que hay mexicanos que no se identifican como mexicanos; y por eso, han dado la espalda a otros mexicanos. Esta realidad es un poco decepcionante porque representa la manera en que la retórica y el racismo contra mexicanos, especialmente los pobres que emigran, han dañado la autopercepción de mexicanos en México. Esto trata con la identidad y a través de los hijos del protagonista, vemos cómo ellos relacionan la riqueza de los Estados Unidos con un estatus mejor de ser humano.

Finalmente, la tercera importancia de esta cita es que introduce el concepto de la tierra y cómo las personas en cada lado de la frontera piensan en este límite geográfico y real. Aunque todos los mapas muestran una frontera acordada universalmente entre los Estados Unidos y México, esos mapas ignoran algunos aspectos claves de lo que constituye una frontera. Por ejemplo, ¿familias latinoamericanas que vivían en Texas antes de que era “Texas” se clasificarían estadounidenses o mexicanos? ¿Dirían que hoy en día viven en Texas u otro lugar? ¿Es la tierra la suya o tierra prestada? Estas cuestiones son difíciles porque son cuestiones de identidad y por muchos millones de personas esta identidad cambió en 1848 con el Tratado de Guadalupe – Hidalgo. 

Voy a examinar este aspecto de la frontera entre los Estados Unidos y México desde un ángulo legal y lo que significa como pertenece a las actitudes políticas y sociales que hacen esta frontera no solo física sino conceptual. 

La frontera borrada: la línea que no existe

Sin embargo, antes que nos sumergimos en el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, quiero centrarnos en un final aspecto importante de interpretar el significado de la frontera – una frontera borrada. Es decir que para mucha gente, en ambos lados, la frontera entre los Estados Unidos y México no existe para ellos debido a unos factores — sea el trabajo, la familia, o la diversión. Voy a recalcar dos cuentos que retratan cada uno de estos factores para presentar esta otra idea de la frontera como redondeamos La frontera de cristal.

Permiso para 1%

“La capitalina” es la primera viñeta que Fuente nos introduce y establece la dinámica de la gente que vive cerca de la frontera y cómo diferencia de la gente que vive en la Ciudad de México. Este trecho de tierra de México está caracterizado como un lugar donde, “no hay absolutamente nada de interés para nadie.” Sin embargo, las tiendas de ropa de marca de los Estados Unidos atraen a muchos a la zona.

La trama central se centra en la boda entre una mujer joven y el hijo de don Leonardo Barroso en el norte de México, Campazas. La mujer, Michelina, es una capitalina – alguien de la Ciudad de México – y la traen al pueblo de don Leonardo para la boda. Allí, e Michelina conoce a los amigos de don Leonardo que asisten el evento. La importancia de la presencia de estos amigos es que la mayoría son chilangos, un término despectivo usado para describir a alguien de clase alta que se muda a la Ciudad de México después de enriquecerse. Estos dos mundos opuestos, el modesto de Michelina y el pretencioso de los demás, se chocan a la boda y ella empieza a darse cuenta de la separación que existe entre ellos.

Cuando Fuentes describe la escena de la boda, presenta las dos perspectivas. Por la parte de los chilangos, ellos y ellas clasifican los capitalinos de “nacos,” argot para decir campesino, idiota e inferior. Sin embargo, Michelina a sí misma reconoce que no encaja con esta gente. Cuando ella miraba a las otras mujeres, notaba que todas llevaban ropa de Neiman Marcus, Saks, Cartier, y otras marcas. Además, Fuentes escribe, “Era [Michelina] la única sin cirugía facial….entre las veintena mujeres ricas, perfumadas, ajuareadas del otro lado de la frontera.” Estos ejemplos muestran que dentro de México hay una jerarquía; y para la gente a la cima, la frontera no existe ni literalmente porque puede cruzar a cualquier momento sin consecuencias. Por eso, después de la boda, cuando don Leonardo y Michelina cruzan la frontera a los Estados Unidos, Fuentes escribe, “El Lincoln convertible…cruzó…hasta la frontera, a romper el ilusorio cristal de la separación, la membrana de vidrio entre México y los Estados Unidos.” Más sobre el uso de la palabra “cristal” aquí.

Para los ricos, esta caracterización de la frontera como una ilusión falsa es la verdad; sin embargo, en el otro lado, tal no es caso. Para la mayoría de la población de México, la frontera es más como una barrera impenetrable que sólo la gente desesperada se atreve a cruzar. Esta diferencia de lo que la frontera significa para ciertas personas no solo es una manera de exhibir por qué está tan equivocado asumir que todos los mexicanos tienen la misma relación con la frontera, sino mostrar que en muchos modos, la importancia del estatus socioeconómico mexicano tiene un papel muy parecido al sistema social de los Estados Unidos también.

Permiso para 99%

Aunque la habilidad de los ricos de cruzar la frontera libremente es un privilegio especial, hay otro grupo de gente que pueden hacer lo mismo, el 99%. Esta cifra se refiere a clase obrera que vive cerca de la frontera; pero en lugar de comprar ropa de marca, esta gente cruza la frontera para trabajar, y de vez en cuando para diversión. Este tema es lo que otra viñeta, “Malintzin de las maquilas,” aborda. 

La protagonista Marina con sus tres amigas trabaja en una fábrica en Juárez; sin embargo, las cuatro mujeres pasan la mayoría de su tiempo en El Paso. Cada jueves Marina visita a su amante en un hotel en El Paso y el grupo de mujeres salen cada viernes a las discotecas. Por eso, Fuentes describe Juárez como, “simplemente el lugar de donde llamaba el trabajo.” De hecho, sigue a revelar que las personas que trabajan en esta parte solo lo hacen debido al dinero. El texto dice, “aquí [Juárez] estaba a la mano, aunque el salario era diez veces menos que en los EEUU, era diez veces más que nada en el resto de México.” 

Estas citas reflejan la razón principal por la cual los migrantes deciden de ir a los Estados Unidos: la oportunidad de una vida estable. Si los mexicanos tuvieran las oportunidades de trabajar en el mismo papel por el mismo sueldo como Marina y sus amigas en cualquier parte del país, no existiría la polémica de la inmigración. Sin embargo, la realidad es que la disparidad de oportunidad entre los Estados Unidos y México es el factor empujador número uno que atrae a los Mexicanos a los Estados Unidos.

La frontera del paraíso

Al examinar la construcción del tratado de Guadalupe-Hidalgo, cualquier persona debe reconocer que la frontera entre los Estados Unidos y México es mucha más compleja que muchos quieren admitir. Este tema está presente en el otro texto de esta tesis, La frontera del paraíso que sigue la historia de una madre e hijo que inmigran de Guatemala hasta los Estados Unidos para encontrar un tratamiento del cáncer. Diferente de La frontera de cristal que centra en las varias vidas de personas cerca de la frontera, “la frontera del paraíso” se enfoca en una única trama que presenta la realidad dura que la mayoría enfrenta cuando decide hacer esta travesía. Además, vale la pena mencionar que la dificultad de migrar a los Estados Unidos aumenta significativamente lo más sur que empiezas, entonces para una mujer vieja y su hijo enfermo, hacer esto desde Guatemala refleja el nivel de dificultad que tienen que superar.

Por un momento, nos fijamos en unas estadísticas. Para empezar, según un estudio de NPR, la mayoría de la inmigración latinoamericana ocurrió al Río Grande, la parte de la frontera más sur de Texas. Digamos que seas un migrante, y como la madre e hijo, tengas la fortuna de empezar desde Guatemala, tendrás que viajar más de 1.300 millas para llegar a la frontera. Sin embargo, ten en mente que algunos viajan tan largo como Tucson, AZ o San Diego, CA que añaden unas 800 a 1.200 millas a esta travesía. Por otro lado, muchos no tienen la fortuna de empezar desde Guatemala, o de hecho, de América del Norte en absoluto.

Según otro estudio de MigrationPolicy.org, desde 2017 había más de 3.200.000 inmigrantes sudamericanos indocumentados; la mayoría de ellos (casi 25%) viene de Colombia y la mínima distancia para llegar a los Estados Unidos de allí es más de 2.700 millas. Entonces, estas cifras empiezan pintar una imagen de los largos que muchos inmigrantes tienen que vencer. Por eso, “la frontera del paraíso,” retrata la complejidad de esta viaje y las cosas buenas y malas que vienen con esta decisión. 

Para empezar, es importante saber que la novela  La frontera del paraíso fue escrita por Eduardo González-Viaña en 2018 porque 1) es muy relevante a lo que está pasando ahora mismo en el mundo de inmigración y 2) es tan reciente que todavía no hay crítica académica sobre el texto. Sin embargo, es imposible dudar de las realidades que González-Viaña relata en el libro dado que él es un profesor peruano con un título en derecho y ha escrito sobre el tema de inmigración mucho. La manera en que González-Viaña presenta esta historia difiere de la de Fuentes es importante porque intenta corregir unos estereotipos de la inmigración. De hecho, lo que “la frontera del paraíso” hace mejor es mostrar que la mayoría de los inmigrantes no quieren migrar a los Estados, pero no les queda otra opción entonces tienen que migrar. Por eso, este libro sirve como una respuesta contra las ideas como “quieren robar los trabajos” o “son criminales y violadores” que Donald Trump transmiten al público norteamericano.

La Tierra de Oro 

La historia empieza en Guatemala donde Manuel Doroteo Silveira Martínez, un hombre de 50 años, aprende que tiene cáncer. Los médicos declaran que a “Doroteo,” como le llaman, solamente le quedan unas semanas de vida. Entonces, la madre de 80 años de Doroteo, Doña Asunción, decide viajar con él hasta los Estados Unidos donde imagina que alguien pueda curarle. Ella dice, “Ya estamos al punto de pasar a los Estados Unidos. Allí te van a curar. ¡Eso es el paraíso, hijo!” Es importante parar un momento aquí para notar el problema grande que motiva a muchos latinoamericanos a migrar: la percepción de los Estados Unidos como una tierra de oro. Es la idea de que el país es tan desarrollado y rico que cualquier problema — sea una enfermedad, la oportunidad económica, o la seguridad — se puede estar resuelto en los Estados Unidos, y tal no es caso.

Este problema es una combinación de la falta de información fiable que llega a las comunidades menos desarrolladas en América Latina, la reputación imposible que esos grupos han creado de los Estados Unidos, y la desesperación de esta gente de encontrar cualquier solución para mejorar su situación. Todo esto explica, “Por qué inmigrantes latinoamericanos todavía siguen haciendo la travesía hasta los Estados Unidos aún después las políticas de Trump?” Además, es una prueba que estas políticas no funcionan porque si estos grupos necesitados no saben la verdad de lo que está pasando en la frontera, si tienen esa imagen de los Estados Unidos como un paraíso, y si no les queda otra opción para la esperanza, no les importan las consecuencias porque solamente quieren sobrevivir.

Entonces, se puede considerar la decisión de Doroteo y Doña Asunción de migrar como un palo de medida para las otras razones de migrar y se puede ver que los estereotipos de los inmigrantes son tremendamente equivocados. Claro, sí había habido inmigrantes latinoamericanos que vinieron a los Estados Unidos y cometieron delitos, pero estos no deben de definir al grupo entero, que es más complejo. De hecho, un estudio gubernamental muestra que los inmigrantes son menos propensos a cometer un delito que los nativos. Esto debe tener sentido debido a las dificultades que inmigrantes ya han superado para cuando lleguen a los Estados Unidos. Los riesgos y sacrificios requisitos de cumplir la travesía son tantos y nada ilustra esto como “La Bestia.”

La Bestia

1.300 millas. Una distancia imposible de imaginar para una personaje como Doroteo enfocado en salvarse la vida. Como si esto fuera poco, también existe una fecha límite. Para Doroteo y Doña Asunción, este problema que enfrentan tiene una sola opción: La Bestia. “El tren de la muerte” como se llama es una red de trenes de carga que cruzan por todo México y son utilizados por los inmigrantes para llegar a la frontera de los Estados Unidos. Sin embargo, La Bestia es aleatoria y sin ley. Inmigrantes saltan sobre La Bestia mientras está moviéndose con alta velocidad y muchas veces esto causa heridas muy graves o aún la muerte. Este “viaje que puede durar semanas” la única opción para Doroteo de ver a un médico sobre una enfermedad grave sin tratamiento. A pesar de la imposibilidad de esta misión, los dos llegan al sur de México para tomar el tren. 

González-Viaña escribe sobre La Bestia con mucho detalle en una manera que abre los ojos de la realidad de tomarla. Dado que son trenes de carga, no hay ninguna autoridad en control del transporte ni ninguna manera de conseguir las necesidades básicas, como comida y agua.. Entonces, La Bestia es una representación del abandono de los migrantes hasta que decidan tomar medidas peligrosas en busca de oportunidades.

En La Bestia, se revelan las diferencias en la comunidad migratoria. Por una parte, hay la solidaridad de algunos en esta comunidad. Doroteo y Doña entran en contacto a una virgen una alusión a María en el contexto de la migracióny Doña le ofrece un taco y una botella de agua. Otro ejemplo de la solidaridad es la canción que tres jóvenes cantan juntos, “Fuimos nubes que el viento apartó, fuimos piedras que siempre chocamos, gotas de agua que el sol resecó, borracheras que no terminamos.” En el tren, también vemos la determinación de la comunidad. La Virgen habla de un inmigrante que estuvo capturado tres veces en la frontera y regresó cada vez y eventualmente logró entrar en los Estados Unidos. González-Viaña incluye estas viñetas para enfatizar que aunque este viaje es tan duro, existe una comunidad empática en La Bestia que se une para apoyar a uno a otro.

Sin embargo, hay el otro lado de La Bestia el lado peligroso porque no hay ninguna ley. Inmediatamente después de un capítulo en que González-Viaña retrata esta comunidad fuerte, él lo yuxtapone con otro capítulo que revela por qué La Bestia tiene su nombre. Empieza con un hombre levantando una pistola y demandando a los viajeros que presenten sus documentos. Él llega a una pareja, mata al chico y empieza a violar a la muchacha. A pesar de la solidaridad de la comunidad, el texto lee, “entre los pasajeros, no había quién ayudara a la chica.” 

El sistema roto

Esta sección se puede considerar una analogía para el fenómeno de miedo hasta los inmigrantes latinoamericanos en los Estados Unidos: hay una comunidad de personas buenas que solamente quieren encontrar en situación mejor y una persona arruina esta búsqueda para todos. Además, no hay ninguna autoridad que puede meterse en el problema y arreglarlo. Este capítulo demuestra por qué se refiere a las personas que toman La Bestia como “una carga de miserables.” Los viajeros están sometidos a la anarquía, el abuso sexual, la explotación, falta de recursos y la naturaleza impredecible del tren; y todo esto es la primera parte para solo llegar a la frontera y tomar otro chance así con un coyote. Por eso, una interacción entre Doña Asunción y un hombre en La Bestia vale la pena examinar:

«Es lo que nos ocurre en esta vida. Nunca llegamos a saber si estamos vivos o muertos. Lo único que sabemos es que caminamos hacia el Norte.» 

«Hacia el Norte.»

«“Tal vez somos difuntos. Tal vez todos los pantalones de nuestra tierra se han decidido a dejarnos ir. Han soltado a sus ánimas. Eso es lo que somos, ánimas.»

Aunque esta cita viene del hombre de la barba, en realidad es una alusión que González-Viaña ha dejado para honrar al escritor mexicano Juan Rulfo, autor de Pedro Páramo. Esa novela trata con un protagonista quien regresa al pueblo de origen de su madre y aprende que se ha convertido en un pueblo de fantasmas. Cada persona con que el protagonista se encuentra aparece estar ya muerto. En una manera parecida, González-Viaña crea esta conexión porque se puede considerar a las personas sobre La Bestia ya muertas debido a la dificultad de cumplir este viaje.

La importancia de esta comparación como trata el tema de inmigración es subrayar el hecho de que este sistema está roto. Desde el momento de que alguien sube La Bestia, en una manera ya está muerto. Aun si sobrevives la Bestia, tienes que cruzar la frontera entre los Estados Unidos en México. Aun si sobrevives cruzar la frontera, tienes que enfrentar el racismo, estereotipos y obstáculos que enfrentan a un inmigrante sin papeles. Andar sin papeles, es, efectivamente, una vida fantasmal, en los EE.UU. Y aunque un migrante sobreviviera todo eso, tiene que evitar ICE que le detendría y le devolvería al lugar de origen. ¿Y si sobrevive ICE? El hombre con quien Doña Asunción hablaba tiene la respuesta, “Morir en los Estados Unidos es morir dos veces.” Esta cita demuestra hasta qué punto los viajeros en La Bestia asumen la muerte como parte de la vida al subir al tren.

Un apósito en una herida de bala

Mientras que González-Viaña incluye esta cita en La frontera del paraíso; se ve a través de la travesía de Doroteo y Doña Asunción hasta los Estados Unidos. Poco a poco, los dos superan una serie de desafíos solamente para encontrar unos nuevos. Después de guiarlos por el camino hasta la frontera, el coyote dice a Doroteo y Doña Asunción que los gringos van a levantar un muro para que los inmigrantes no pasen. Sirve como un recordatorio de cómo los Estados Unidos han lidiado con el problema de inmigración. En lugar de cambiar el sistema de inmigración, los políticos cambian el sistema de detención. En lugar de atacar la raíz del problema, atacan el resultado del problema. Este ciclo se repite con poco progreso y causa los mismos problemas que pasan a Doroteo y Doña Asunción cuando llegan a los Estados Unidos. Tienen que encontrar a un doctor y una consulta cuesta más de 700 dólares. Tienen problemas con la lengua y necesitan traducción. Tienen que encontrar un lugar para vivir y por la gracia de Dios una familia les ayuda. Después de todo esto, Doroteo dice que quiere regresar a Guatemala.

Lo que esta novela muestra es que el sistema de inmigración tanto como la frontera entre los Estados Unidos y México no sirven sus propósitos. El sistema de inmigración está diseñado para asegurar que los que quieran vivir en los Estados Unidos van a ser ciudadanos legales que contribuyen a la economía y no cometen delitos. Sin embargo, la historia de Doroteo y Doña Asunción no es una sobre la inmigración. Es una de la búsqueda del mejor tratamiento que existe y este está en los Estados Unidos. Además, basado en lo que los dos países acordaron en el Tratado de Gaudalupe-Hidalgo, la línea entre los Estados Unidos y México se ha convertido en una separación exclusionista. Sin los recursos necesarios de proveer más oportunidades de trabajo, seguridad, y salud a las comunidades desaprovechadas, el ciclo sigue repitiendo con los mismos apósitos de políticas gubernamentales falladas puestos en la herida de bala cuál es el sistema de inmigración. 

¿Cómo Avanzamos?

Entonces, la cuestión ahora es, ¿cómo podemos utilizar todo esto para remodelar la concepción de la frontera, inmigrantes de todas partes de Latinoamérica y Sudamérica, y ¿nuestro sistema de inmigración? Como yo concluyo, quiero compartir unas ideas mías y también unas propuestas públicas que yo creo tanto romperían los estereotipos de los migrantes como arreglarían el sistema para que sea más rápido y justo para todos.

El aspecto más importante con que debemos empezar, es el aspecto social: cambiar la percepción pública estadounidense de lo que significa ser un inmigrante. Una de las razones de la ineficacia del sistema migratorio viene del hecho de que el americano corriente no está muy informado de los factores que traen a los inmigrantes a los Estados Unidos. Esto contribuye a una falta de interés en las vidas de los inmigrantes, y para algunos, la retórica del presidente causa más daño a esta percepción negativa y aún provoca la violencia contra los inmigrantes. Hay maneras en que nosotros, como un país unido, podemos derribar los muros de entendimiento entre los americanos y los inmigrantes incluyen escuelas secundarias concertadas que aseguran que los adolescentes y los padres de los Estados Unidos conozcan a inmigrantes y los hijos de inmigrantes. Además, las redes sociales deben cubrir las historias de inmigrantes no solo en un contexto migratorio, sino en contextos más sustantivos como sus contribuciones a la sociedad. Cuando los medios de comunicación hablan de esta gente, muchas veces la etiqueta “inmigrante” está perdida o olvidada, pero mejor, esta etiqueta debe estar celebrada para cambiar esta percepción negativa muchos tienen hasta la palabra “inmigrante.”

Esto es la primera etapa, porque después de romper los estereotipos de inmigrantes, la esperanza es que el público americano tendrá bastante motivo y habilidad traer cambios auténticos al sistema migratorio. Esto nos lleva a la etapa próxima: el aspecto legal.

Hay miles de cosas que conlleva simplemente “mejorar” el sistema legal, pero por el bien de este ensayo, quiero centrarme en tres cosas principales. El primero es que el gobierno necesita dedicar recursos a los inmigrantes para que reciban asesoramiento y/o representación legal en el tribunal. No es un secreto que los tribunales migratorios estadounidenses tienen un exceso de casos.. Por eso, el gobierno debe proveer abogados competentes a los inmigrantes y también dedicar más del presupuesto nacional a pagar a los jueces migratorios un sueldo bastante alto para tener suficientes para satisfacer la demanda de esos casos de inmigración. A través de este propósito, la eficacia de este sistema mejoraría debido al aumento del número de los jueces y abogados.. Además, el sistema migratorio debe proveer una excepción para acelerar el proceso de inmigrantes buscando atención médica para que puedan estar tratado y regresar a su país de origen sin añadir al problema de la inmigración.

Pero esto nos lleva a la tercera etapa: reducir los motivos de migrar desde una perspectiva económica. Dado que los mercados de los Estados Unidos y México están vinculados, los dos partidos beneficiarían de un México más desarrollado para atraer más oportunidades de inversión en el continente de América del Norte y también para proveer un motivo de los más educados en México quedarse allí y contribuir a la economía. Para lograr esto, sería necesario crear programas en México que ayudan y desarrollan al país de una manera universal para que no haya divisiones inmensas como las presentadas en la colección de Fuentes, La frontera de cristal. Al invertir en México, los Estados Unidos no solamente verá un aumento en su economía también, sino reducir la cantidad de mexicanos, y personas de todo Centroamérica y Sudamérica, que quieren migrar a los Estados Unidos, bajando el estrés en el sistema migratorio estadounidense. 

Finalmente, como un estudiante del derecho y de la literatura y cultura hispánica legal y literario, es importante introducir estos cambios al sistema migratorio y el tema de la inmigración debido a la responsabilidad de reconstruir la frontera. Como hemos visto, el tema es mucho más complejo que aún las maneras en que los medios de comunicación lo retratan. Por eso, siento que la habilidad de cambiar los filtros de considerar la frontera con unos nuevos es una parte grande de avanzar nuestra sociedad, y todos podemos colaborar en traernos a un futuro más justo.